Crear, dibujar, escribir, todo eso cuesta, y no hablo precisamente de dinero.
Crear arte cuesta, el sentir algo y transmitirlo con arte cuesta. Cuesta sentir y manifestar los sentimientos que uno utiliza para crear arte.
Escribir cuesta, cuesta experiencias y aprendizajes para compartir con otros. En el caso de las historias, cuesta el crear un mundo entero para el lector.
Cantar cuesta, cuesta sentimientos lo suficientemente bien dominados para transmitirlos a través de cada palabra que complementa una melodía.
Crear cuesta, pero no solo cuesta dinero, también cuesta enseñanzas, experiencias, versiones, pensamientos, ideas, etc.
Crear cosas no es nada sencillo, pero es maravilloso cuando las creaciones de cada quien dan frutos.
Crear no solo cuesta dinero, también cuesta de una vida llena de experiencias, tanto brillantes y felices como dolorosas, que contar a través de cualquier creación.
